Actualmente, la palabra competitividad está siendo asociada a una serie de términos negativos: la competitividad es pisar al de al lado, la competitividad es alcanzar nuestro fin sin importarnos los medios, o, es carecer de consideraciones, o ellos o yo.

Pero creo que deberíamos ir más allá.

El máximo exponente de competitividad, se da en nuestro entorno, en la propia naturaleza. Desde que existe la vida en el planeta Tierra, las diferentes especies de plantas y animales han evolucionado y desarrollado a lo largo de miles de años múltiples capacidades y cualidades que les han servido para perdurar y sobrevivir.

Ya sean grandes garras y dientes, su velocidad, su sigilo, su capacidad para mimetizarse o la capacidad para segregar veneno, todas ellas forman parte de las características de los seres vivos para llegar a ser competitivos en el mundo que les rodea.

En el mundo empresarial ocurre lo mismo. Los empleados de las empresas deben desarrollar cualidades que les hagan ser competitivos y que, a su vez, hagan competitiva a la empresa. La competición hace mejorar a todos los seres humanos ya que, la presencia otras personas contra las que competir, es lo que nos ayuda a aspirar a la excelencia. Compararse con los demás, nos ayuda a entender cuánto necesitamos mejorar para alcanzarlos.

A pesar de que es un tópico muy manido, aquellas empresas competitivas son aquellas que cuentan entre sus filas a con personas dispuestas a arriesgarse, personas que hacen lo que hacen para ganar y no actuar como aquellas personas que juegan para no perder. Por supuesto, es más sencillo subirse al carro de aquellas personas que juegan a no perder, pero si realmente quieres crecer, si quieres ponerte a prueba, si quieres innovar, no queda otra que jugar para ganar.

Algunas de las cualidades que definen a la persona competitiva, como las ganas de derribar obstáculos, la confianza en uno mismo o la capacidad de resolución de problemas, son las mismas que caracterizan a aquellas personas más innovadoras. La innovación y la competitividad van de la mano.

Para complementar a las personas competitivas y extraer el máximo partido a su talento y compromiso, poner a su disposición las últimas innovaciones tecnologías puede hacer que se obtengan ventajas competitivas para las empresas.

El concepto de innovación ha cambiado radicalmente en los últimos tiempos por diferentes factores como pueden ser los económicos, la productividad y el desarrollo de los países. Las personas innovadoras y la última tecnología se consolidan como motores del crecimiento económico, y las empresas, como los principales agentes del cambio tecnológico.

Por tanto, la innovación competitiva en las empresas, significa introducir en las organizaciones prácticas favorables para obtener mayor productividad y mejorar el resultado final de las personas innovadoras, puede influir sobre el precio de un artículo o servicio y puede suponer una mejora del producto.