En este mundo tan tecnológico en el que nos encontramos, nos enfrentamos a miles de estímulos cada día y, en general, la gran mayoría, pasan desapercibidos por nosotros ya que tenemos una capacidad de procesamiento limitada.

A priori, esto no es un problema ya que inicialmente, nos sirve para no volvernos locos y poder así filtrar la información que realmente nos interesa. A veces, este mecanismo automático de filtrado funciona más de lo que nos gustaría y en algunas ocasiones ponemos el “piloto automático” y se nos puede escapar cierta información o datos que son importantes para desempeñar la labor que estamos realizando.

En nuestra empresa, las soluciones tecnológicas están a la orden del día y muchas de nuestras herramientas y aplicaciones nos permiten evitar errores manuales, automatizar procesos de gestión y multiplicar nuestro valor y eficacia sustancialmente para nuestros clientes. Pero, queramos o no, la tecnología es un medio para que las personas podamos llevar a cabo nuestras tareas, por tanto, actualmente, la combinación entre las cualidades de las personas y la tecnología es lo que nos hacer progresar.

Si a toda la tecnología y herramientas de las que disponemos, le sumamos nuestra capacidad de concentración, hace que nos convirtamos en individuos altamente eficaces a la hora de desempeñar nuestras labores. Y, al igual que la tecnología se puede mejorar con versiones mejoradas del software, nosotros también podemos entrenar nuestra mente para ser más conscientes de todo aquello que nos rodea.

Una de las formas que tenemos para mejorar y entrenar nuestra mente es el mindfulness.

Según la Wikipedia, el mindfulness moderno está basado en la meditación Vipassana, una antigua técnica de meditación de la India que consiste en “tomar conciencia del momento presente”, “tomar conciencia de la realidad”. Consiste en prestar atención, momento a momento, a pensamientos, emociones, sensaciones corporales y al ambiente circundante, aceptándolos, es decir, sin juzgar si son correctos o no.

La atención se centra en lo que se percibe, sin dar pie a “rumiación”, definida esta última como la preocupación excesiva por los problemas y sus posibles causas y consecuencias, en vez de estar dirigida a buscar soluciones.

Algunos de los beneficios del mindfulness en la empresa

  • Mejora el foco y la concentración, la claridad mental.
  • Mejora de la Inteligencia Emocional, regulación emocional.
  • Disminuye el estrés y la ansiedad.
  • Mejora los estados de ánimo bajo.
  • Disminuye el número de bajas laborales.
  • Equilibrio emocional.
  • Disminuye el síndrome de quemado o Burnout.
  • Mejora la eficacia con situaciones.
  • Aumenta la flexibilidad ante los cambios.
  • Disminuye los problemas interpersonales.
  • Disminuye la reactividad.
  • Mejora la resiliencia que es la capacidad de enfrentarse a situaciones difíciles.
  • Mayor motivación, autodeterminación y persistencia.
  • Disminuye la “rumiación” y preocupación.
  • Aumenta la creatividad.